La primera vez que ví este corto me reí un montón, no solo por el corto en si, sino porque reconocí en seguida ese papelillo que me dieron una vez por la calle y que me hizo tanta gracia que lo tuve dos años enteros bajo el cristal de la mesa camilla, junto a entradas de conciertos, monigotes de amigos, algunas fotos hechas o recortadas, trozos de poesías y de puzzles que no se de donde han salido y demás papelillos que me da por meter debajo del cristal de la mesa camilla. Entre esos papeles había uno en el que salía un tío al timón de un barco en plena tempestad, y un cristo detrás cogiéndole los hombros, que bien podía estar protegiéndolo o bien podría estar metiendo prisa: vamos tio que no llegamos y creo que me guardan un sitio en el cautivo, cuidado con la roca, so borrico. Os cuento esto porque creo que ese papel es lo más insólito que había, después del pequeño prospecto del Profesor Musa.
Si sigo contando lo que sé de este corto, es que quedó segundo en un concurso de cortos y siempre he pensado que fue injusto. Lo digo porque fui yo el que tuvo que recoger el primer premio, rojo de vergüenza, ante Bruno Vazquez Alonso (su autor), el aforo y casi que ante el mismísimo Profesor Musa, que igual me estaría viendo en una bola de cristal. No, el corto no era mío, era de un colega que no había podido asistir.
Hoy por casualidad me he encontrado el corto colgado en la web del autor, y he pensado dos cosas: una, que “el mundo debería ver esto” -palabras que transcribo tal y como sonaron en mi cabeza-, y la otra es que quizá sea un modo de hacerle justicia al autor.
Enhora buena, Bruno.
Si sigo contando lo que sé de este corto, es que quedó segundo en un concurso de cortos y siempre he pensado que fue injusto. Lo digo porque fui yo el que tuvo que recoger el primer premio, rojo de vergüenza, ante Bruno Vazquez Alonso (su autor), el aforo y casi que ante el mismísimo Profesor Musa, que igual me estaría viendo en una bola de cristal. No, el corto no era mío, era de un colega que no había podido asistir.
Hoy por casualidad me he encontrado el corto colgado en la web del autor, y he pensado dos cosas: una, que “el mundo debería ver esto” -palabras que transcribo tal y como sonaron en mi cabeza-, y la otra es que quizá sea un modo de hacerle justicia al autor.
Enhora buena, Bruno.
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