Quite emotional
Sencillos y vibrantes trazos negros sobre fondo blanco proyectados en enormes pantallas a través de la atmósfera azul de un concierto. Andaba yo buscando por la red aquella versión de Enjoy the Silence en dibujos animados cuyo recuerdo aún me eriza la piel… cuando, por alguna razón –contaminación de ideas, vasos comunicantes del pensamiento, carreras de inspiración como ratas bajo la alfombra, alineación de partículas aún desconocidas en el difuso universo de la información- di a parar sobre este pequeño pedacito de arquitectura…
caí en las sombras,
rodé bajo la luz tamizada por la madera y el bambú,
me puse perdida la camisa en la tierra húmeda del jardín,
enormes y suaves hojas de monstera me acariciaron la cara
y alguna abeja zumbó al pasar en mi oído
caí por las escaleras…
y en el agua quieta del manantial sacié por unos minutos…
…mi sed contemporánea de una emoción íntima y verdadera.
4 comentarios:
hay veces que es muy difícil darle fiesta a nuestro cerebro...
besicos
... y sentirse casi-Alicia a través del agujero en la corteza del árbol...
“Mi querido Louis (golferas, en este caso):
Está usted demasiado lejos; está usted demasiado ausente, demasiado invisible, inaudible, inconcebible. La vida es un asunto demasiado corto y la amistad una materia demasiado delicada para esas bromas, para cortarles grandes trozos sanguinolentos al año cada vez. Por lo tanto, vuelva. Al diablo todo; déjelo todo y vuelva.”
Henry James
Alucinate como conjugas arquitectura y textos
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