Yo a veces no escribo porque hacerlo es transformar una promesa, una idea difusa, un quéséyo en algo permanente. Le doy forma,vida,peso y consistencia y se hace realidad. Una realidad con la que tarde o temprano tendré que lidiar. En ocasiones prefiero no sobrepasar los límites de lo vago y lo difuso. Como un sueño.
Estoy de acuerdo porque a mi me ocurre igual. Pero quizá ahí está el sentido de esta historia: La escritura, cono rebelión, es un riesgo, desdibuja fronteras y trae nuevas consistencias sin explorar. Escribir, crear, implica siempre una apuesta, un vértigo, un atreverse a mirar en la oscuridad.
2 comentarios:
Yo a veces no escribo porque hacerlo es transformar una promesa, una idea difusa, un quéséyo en algo permanente. Le doy forma,vida,peso y consistencia y se hace realidad. Una realidad con la que tarde o temprano tendré que lidiar. En ocasiones prefiero no sobrepasar los límites de lo vago y lo difuso. Como un sueño.
Estoy de acuerdo porque a mi me ocurre igual. Pero quizá ahí está el sentido de esta historia: La escritura, cono rebelión, es un riesgo, desdibuja fronteras y trae nuevas consistencias sin explorar.
Escribir, crear, implica siempre una apuesta, un vértigo, un atreverse a mirar en la oscuridad.
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