Estamos muy a gusto en casa. Ella lee, arropada bajo su mantita. Yo, sentado en la "butaca de videojuegos", con los pies en el "puf de la butaca de videojuegos" aprendo a programar.
Los Mogwai tocan una canción estruendosa, a la vez densa y punzante. Es la última canción del disco, eso se ve a la legua.
Yo estoy terminando mis ejercicios de programación HTML, pero ella se está terminando un LIBRO. Me pregunto cómo se sentirá. Me pregunto cómo la expresión presente, estruendosa, disonante, arrebatada y loca de los Mogwai influye en cómo ella percibe la historia - una historia que yo conozco, y que cuando terminé, me llenó los ojos de lágrimas - . Pero yo escribo en el silencio. ¿Qué le hace la música a su silencio interior, a esa voz que lee, quizá lo mismo que a esta voz que a mi me dicta?Ha mujido bajito, agudo y dulce, pero un mujido después de todo. Lo entiendo. Cambio la canción. Seguimos leyendo y programando, cada uno al final de su viaje. En uno minutos nos iremos a dormir. La miro, la miro-sin-que-ella-se-de-cuenta-de-que-la-estoy-mirando. Tengo unas ganas enormes de dormir con ella.
Escrito en el navegador pedagógico de Codeacademy
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