domingo, 1 de febrero de 2015

"Suis je Charlie?". Ser Charlie se ha vuelto algo complicado

Le envío la noticia al curre. Ella tarde en responder. Le ha llevado su tiempo enterarse de qué cojones es Charlie Hebdo. Una revista francesa con chistes algo crudos, le aclaro corroborando sus pesquisas.  Ah, si, me dice y me cuenta que hay un enorme debate, opiniones, matices, análisis; que ser Charlie tiene una carga política que... hace una pausa, suspira y, dejando a un lado su profesionalidad como periodista -a la vista está, no sólo ha averiguado qué es Charlie Hebdo sino también qué se cuece en el fondo de aquella carnicería-, me pregunta sinceramente qué me parece a mí que significa "eso de ser Charlie".

Pues sí, de pronto todos fuimos Charlie. Muchos sentíamos que lo que había pasado era horrible e injusto y quisimos solidarizarnos. Sentimos que la libertad que se atacaba era también la nuestra -no solo el derecho a la libertad de expresión sino el derecho a vivir- y quisimos solidarizarnos. El signo de esa solidaridad es aquel "je suis Charlie". No sé qué otra lectura quieren sacar de este gesto. No es que yo sea fan del Charlie Hebdo. De hecho, sus chistes me han parecido siempre tan crudos que nunca llegué a entender si eran una revista de derechas reaccionarias, de izquierda dergarbadas o simplemente la publicación de unos tios un poco brutotes. ¿Pero, es tan complejo el fondo de la motivación de poner "Je suis Charlie"? ¿No podría ser que decir Je suis Charlie no sea más que decir sea sencillamente que "lo que ha pasado me parece una barbaridad, me duele en el alma y quiero solidarizarme con aquellos a los que también les duele", una expresión de solidaridad, indignación y rebelión pacífica contra lo que está pasando?  Yo ya conocía esta manera de expresarse, porque ya una vez había sido Miguel Angel blanco y otra vez había sido Marbella, que se ha convertido en el hilarante retrato -mucho más zafio que los chistes de Charlie Hebdo- de una de las crisis más gordas que vamos a vivir.

De pronto todos fuimos Charlie. Sin embargo, unos días depués surgen análisis, debates, matices...  y resulta ser Charlie no es lo que parecía. No. La cosa no es tan blanca ni tan negra porque el origen de todo esto es una maraña impresionante, producto de la complejidad  -de la riqueza y de la miseria- del tejido social de Francia y del Mundo. Ser Charlie se ha vuelto enormemente complicado... ¿es uno Charlie? ¿y el otro? ¿de verdad el otro no es también Charlie?...  pero... ¿puede ser uno Charlie? ¿hay más Charlies, además, por supuesto, de Charlie? ¿Y si Charlie es Charlie...   quien es entonces el que dice yo soy Charlie?... 

Me han dado ganas de quitar el Je suis Charlie del post de aquel día...  pero me ha parecido que no, que qué cojones, que no. ¿Cómo iba yo a saber lo complicado que se iba a volver el asunto? Así que en vez de quitar aquello del pasado pongo aquí entremedias este chiste. Creo que es de Charlie... aunque ya no estoy seguro.

"Veo que unos terroristas os asesinarán, y tañirán las campanas de Nôtre Dame por vosotros, y habrá un gran desfile con Hollande...  ondearán banderas tricolores y se cantará la Marseillaise, propondran enterraros en el Pantheon, y el NASDAQ y la Academia Francesa dirán "Soy Charlie" y el Papa rezará por vosotros...."

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